durante una misión de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA) en aguas de la isla Necker, unos 250 kilómetros al noroeste del archipiélago de Hawái.
¿Cómo sucedió? El pasado 27 de febrero, el barco Okeanos Explorer de la NOAA se encontraba en los alrededores de esa pequeña isla. Su objetivo principal era recoger muestras geológicas del fondo para mejorar el conocimiento del relieve submarino del Pacífico. Además, el submarino no tripulado Deep Discoverer, pilotado desde el navío, iba a observar la vida marina de la zona.
Cuando este vehículo teledirigido cruzaba un área a 4.290 metros de profundidad, sus cámaras captaron un pulpo de escaso tamañotranquilamente posado en una roca plana cubierta de sedimentos. Hasta ahora no se habían observado cefalópodos de este tipo tan lejos de la superficie.
Los octópodos de aguas profundas se dividen en dos grupos: los pulpos cirrados, que presentan apéndices o papilas alargadas en forma de dedo a lo largo de los costados de los tentáculos en la región oral; y los no cirrados, que carecen de este rasgo y se asemejan a los pulpos de aguas más superficiales.
El cefalópodo descubierto pertenece al segundo. Carece de cromatóforos(células con pigmentos en su interior típicas de estos animales) y tiene poca musculatura, lo que se traduce en un aspecto fantasmal que ha hecho que se le llame “Casper”, como el famoso fantasmita de dibujos animados.
Los especialistas piensan que pertenece casi con toda seguridad a una especie no descrita, y que incluso podría formar parte de un nuevo génerodesconocido. Los pulpos cirrados han sido vistos a más de 5.000 metros de profundidad, pero hasta ahora no se tenía noticia de pulpos no cirrados por debajo de los 4.000 metros. Ese honor ha quedado para “Casper”, aún a la espera de un nombre científico.
Imagen: Cortesía de la Oficina de Exploración e Investigación Oceánica de la NOAA.
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