Según una investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha, bacterias como Salmonella y Escherichia coli, los virus de la hepatitis E, el virus de la encefalitis japonesa y el virus Nipah –todos ellos patógenos que transmiten los jabalíes– presentan un elevado potencial de contagio a humanos, debido a la explosión demográfica sin precedentes de esta especie salvaje.
Y es que las restricciones a la caza del jabalí (Sus scrofa) en sus diferentes variedades –jabalí euroasiático puro, el cerdo doméstico asilvestrado y poblaciones híbridas– han dado lugar a un boom demográfico en todo el mundo. Su población se ha multiplicado por más de diez en las últimas cuatro décadas en numerosas zonas de Europa, Norteamérica, Japón, China y Australia. Una de las posibles consecuencias de este dato es el aumento de la exposición de los seres humanos a patógenos zoonóticos propios de estos cerdos silvestres.
Francisco Ruiz Fons, de la Universidad de Castilla La Mancha, ha liderado el estudio que ha evaluado los patógenos con mayor potencial de infección de jabalíes a humanos. Según afirma, “virus como los de la hepatitis E, la encefalitis japonesa o el virus Nipah (que causa una elevada mortalidad en humanos y para el que no existe tratamiento) y bacterias como Salmonella, Escherichia coliproductora de toxina Shiga, Campylobacter y Leptospira resultan ser los patógenos más importantes que pueden ser transmitidos del jabalí al ser humano, o en cuyo ciclo de vida el jabalí puede participar activamente.
Hay muchos casos conocidos de transmisión de enfermedades entre jabalíes y personas: los de hepatitis E en Japón o los episodios de triquinosis que se dan en bastantes países, entre ellos España, por consumo de carne de jabalí mal cocinada y que no ha pasado por una inspección veterinaria. Los cazadores y consumidores habituales de carne de caza son las personas más expuestas a este riesgo, que no suele hacerse público a nivel general, pero que se dan incluso en países con buenos sistemas de salud pública.
Según los expertos, el jabalí es actualmente una de las especies de animales silvestres que mayor potencial de interacción tiene con el ser humano a escala mundial, pues están presentes en todos los continentes salvo en la Antártida. Los patógenos de los jabalíes pueden ser muy diversos y afectar a distintos grupos de personas, pero cazadores aficionados y profesionales de la caza son los que presentan un mayor riesgo de adquirir infecciones del jabalí.
La expansión de las urbanizaciones hacia áreas naturales, el incremento de las actividades de ocio al aire libre, los cambios socio-económicos y en los hábitos alimenticios pueden favorecer la tasa de exposición de las personas a patógenos zoonóticos transmitidos por el jabalí y favorecer la aparición de epidemias, según los investigadores.